El siguiente blog tiene la finalidad de exponer la figura del literato Ecuatoriano Pablo Palacio, analizaremos los aspectos básicos de su biografía, sus obras, hasta llegar a exhaustos análisis sobre las obras literarias del lojano.
El realismo abierto: Una cita con el legado de Pablo Palacio
Cuando publicó en 1927 su cuento Un hombre muerto a puntapiés, una de sus obras más célebres, el escritor lojano Pablo Palacio echó a rodar un «bolo de lodo suburbano» por los callejones de la mojigatería de las buenas conciencias, según se reseña en el estudio introductorio de una edición de la colección Antares en La isla virgen, de Demetrio Aguilera Malta. Pero ahí mismo se cuenta que los escritores contemporáneos de Palacio no recibieron bien este relato, del cual el mismo autor dijo que «invitaba al asco de nuestra realidad» y que no se ubicaba en la llamada «izquierda literaria». Eran palabras mayores para la época, en la que las letras ecuatorianas estaban enmarcadas en la corriente conocida como realismo social, promovido por el llamado Grupo de Guayaquil.
Junto con José de la Cuadra (el mayor de los del Grupo de Guayaquil), Pablo Palacio ayudó a trazar los caminos del cuento ecuatoriano desde la década de los treinta hasta nuestros días, según apuntaba el ensayista y escritor Juan Valdano en una entrevista de 2003. Sin embargo, uno (De la Cuadra), escribía para su tiempo, mientras que Palacio lo hacía para las generaciones siguientes.
Ahora que se acaban de cumplir los 70 años de la muerte de Palacio, el 7 de enero, y los 101 de su nacimiento, el 25, recordamos la obra de este escritor, un precursor de la vanguardia en nuestro país.
Además, en esta edición hacemos un breve repaso por la literatura ecuatoriana que se ha producido en el siglo XXI, desde la perspectiva del escritor Carlos Vásconez Gomezcoello, expresidente de la Casa de la Cultura, Núcleo del Azuay, quien, a mediados de 2016, publicó su segunda novela, La vida exterior.
